Entrevista a Hunting Out Of Eden
Hace un par de meses os pusimos en nuestras redes sociales tras la pista de una banda valenciana recien presentada al público: Hunting Out of Eden, un dúo que con su debut Cometh The Night Of Ages se internan en la música neo-clásica y dark ambient.
Resulta curioso comprobar como un estilo tan minoritario suma un representante más entre las bandas valencianas. Tras los extintos Opus Nigrum, nadie habría apostado por otro grupo afín en estas tierras. Nos ponemos en contacto con ZVDW para desvelar la belleza de esta flor frágil y salvaje al mismo tiempo.
Hunting Out of Eden es un proyecto musical nuevo para el público, aunque su inicio parece remontarse a 2015. Las cuestiones referentes a la autoría casi se esconden tras un velo de anonimato, y solo hay una pista al respecto: HSW y ZVDW. ¿Podéis aclararnos algo más? ¿Quiénes son los dos integrantes de la banda, y cómo se reparten las tareas de los procesos de composición y grabación? ¿Cuál es vuestro trasfondo musical previo?
Ambos venimos del mismo proyecto musical, Whoredom. Teníamos la costumbre de compartir entre nosotros cualquier tipo de composición, meterlo todo en el mismo saco, y a la hora de crear nuevos temas, ir eligiendo lo que cuadraba y lo que no. Tanto HSW como yo acabamos con gran cantidad de material que no era apropiado para el estilo y que decidimos no descartar, sino re-trabajar y darle un enfoque totalmente distinto al que hacíamos en nuestra banda principal. No creo que hubiera un momento concreto en el que nos sentáramos y decidiéramos “vamos a hacer un proyecto de tal estilo y tal estética”. Simplemente fuimos trabajando los fragmentos por puro placer y al final acabamos dándonos cuenta de que podíamos ir más allá del mero hecho de hacerlo por nuestra propia satisfacción.
En cuanto al “anonimato”, no puede decirse que sea un secreto quienes somos, simplemente hemos conservado los mismos alias que usamos en Whoredom. Dado que consideramos el arte y la creatividad como una vía de escape para la rutina, el trabajo o las presiones de la vida moderna, tampoco tiene mucho sentido presentarnos tal y como somos, nos apellidamos o nos desenvolvemos en la vida “real”.
En lo que a composición y grabación se refiere, tengo la gran suerte de haber podido construirme a lo largo de la última década un modesto estudio casero. El proceso generalmente empieza con las melodías o fragmentos que HSW compone, a menudo con una base de arreglos, a la que voy dando estructura y capas adicionales. Finalmente, cuando consideramos que un tema está asentado en la duración, elementos e instrumentos principales adecuados, nos reunimos para mezclarlo, acabar de pulir y a veces cambiarlo completamente. HSW es responsable de la mayoría de composiciones, mientras que yo desempeño una labor más enfocada a la producción.
En vuestro Bandcamp definís vuestra música como “el sonido de los sueños y las pesadillas chocando contra la noche”. ¿Qué tipo de ensoñaciones pasan por vuestra mente a la hora de componer?
Es un proceso muy espontáneo e intrínsecamente personal: no sabría decirte lo que le pasa por la cabeza a HSW cuando compone, del mismo modo que él no podría decirte lo que pasa por la mía a la hora de arreglar o dimensionar. Simplemente tenemos una gran afinidad de gustos tanto en el terreno musical como el personal, y es normal que eso se traduzca a una visión musical conjunta. Creemos en la música como un catalizador de emociones de todo tipo, de las más alegres a las más apocalípticas. Lo que queda plasmado en las composiciones no es necesariamente una ensoñación o una visión concreta, puede ser un estado de ánimo, un recuerdo, incluso una reflexión.
Yendo un poco más allá, cada uno tiene una percepción distinta de una obra. Lo que para mí puede resultar melancólico, a otro puede resultarle romántico, lo que para ti parece lleno de vida puede resultarle mórbido a otra persona. Nos gusta el concepto de la composición abierta, en que se percibe una intencionalidad pero que el oyente pueda interiorizar e interpretar según sus propios deseos, aspiraciones o emociones, y hemos intentado (quizá de forma inconsciente) que Cometh The Night Of Ages sea precisamente un telón de fondo sobre el cual poder soñar… o sufrir.
No hay duda de que los sintetizadores y otras herramientas digitales han ayudado a que gran parte de las bandas de neo-clásico y géneros afines florezcan con muchas menos dificultades. ¿Hay en Cometh The Night Of Ages instrumentos que no sean sintetizados o virtuales?
¡Ninguno! Está sintetizado de principio a fin. Para nosotros el fin justifica los medios, y en realidad fue una vía de escape enorme estar creando música sin tener que pasar por los sudores y el desgaste físico de ensayar cada semana, dejarse los dedos en un instrumento, discutir con otros músicos, etcétera. Es nuestro “proyecto hedonista”. Podemos hacerlo tranquilamente desde el despacho de casa, con una cerveza fresca y en pijama. Cierto es que la base de las composiciones no tiene nada de virtual: tanto HSW como yo componemos las melodías primarias con la guitarra o el bajo.
La labor de transcribir a Midi, arreglar y mezclar es ardua, sobre todo para autodidactas sin nociones de solfeo como nosotros, pero al menos podemos hacerlo a nuestro ritmo y a nuestro gusto, sin ningún tipo de presión. Habrá puristas para los que esto restará valor al producto final, pero para nosotros no tiene ninguna importancia: lo que cuenta es la satisfacción personal y el sentido que le podamos dar a nuestros temas, más allá de eso, ya todo es regalo.
¿Os sentís influenciados por algún tipo particular de mitología o de narrativa? El tema Vestal Whore, p.e., remite a la mitología romana; mientras que High King Of The Void parece tener un componente más fantástico. ¿Y qué nos decís sobre el nombre de la banda?
No especialmente, al menos de forma consciente. Los nombres de los temas son espontáneos en su mayoría, basados simplemente en lo que nos evoca la composición primaria en el momento de empezar a tratarla. Vestal Whore se llamó así por las pinceladas orientales del principio, al dejar volar la imaginación me remitía a templos y ciudades de la antigüedad, por ejemplo… High King Of The Void quizá tenga un componente de parábola con respecto a la futilidad del “power process” definido por Ted Kaczinski, aunque no haya letras para decirlo. Onwards To The Nest Of Time, en cambio, tiene origen en la pieza inicial de HSW, llamada simplemente Nest. Ambos somos acérrimos del horror cósmico de Lovecraft y de la fantasía clásica de Howard y otros, yo estoy estudiando Antropología y HSW es aficionado a la mitología y la historia igual que yo. Algo de eso se transmite en los títulos, probablemente.
En cuanto al nombre del grupo, tiene su origen en un enigma de la antropología relacionado con los “paraísos terrenales”: aún no se sabe por qué ciertas sociedades que habitaban en lugares con buen clima y recursos abundantes y sostenibles fueron impulsadas a viajar y establecerse en zonas más inhóspitas, llegando así a colonizar la casi totalidad del globo terráqueo. La hipótesis más sencilla (y a la vez la más cuerda) propone la curiosidad y la insatisfacción inherentes al ser humano como explicación a este fenómeno. Adicionalmente, la cizaña y la natural propensión del hombre a odiar a sus congéneres puede haber ayudado. En cualquier caso, nos pareció un nombre lo suficientemente poderoso y metafórico, a la par que abierto a multitud de interpretaciones: muy en nuestra longitud de onda.
¿Es Hunting Out of Eden un proyecto puntual de un solo álbum, o tenéis claro que tiene un recorrido por delante?
Tenemos claro que queremos seguir haciendo música juntos. Lo que todavía no sabemos es el formato ni el estilo de la misma. Decidimos en su momento no ponernos etiquetas ni limitaciones a la hora de componer o escoger los instrumentos y las sonoridades, así que no podemos asegurar para nada que vayamos a mantenernos en la línea de Cometh The Night Of Ages. Estamos trabajando (a nuestro ritmo, sin prisa…) en un EP y un próximo disco, ya hay unas cuantas composiciones a medio formar, pero todavía no hemos decidido el enfoque que le daremos. Por supuesto, sin más aspiración ni ambición que la de crear y disfrutar creando.
¿Habéis pensado en incorporar una voz con sus correspondientes letras? Si fuera así, ¿qué tipo tendría más sintonía con vuestro proyecto, una voz femenina o una masculina?
Para éste disco, no nos lo habíamos planteado. De cara a futuros trabajos, quién sabe… Por una parte, las voces añaden una dimensión adicional a cualquier obra musical, por otra, la presencia de letras ya implica un mensaje más conciso, cosa que preferíamos evitar en éste trabajo. No es una música que se preste a ser politizada, encauzada o enrejada tras un escrito. Sí que hubo un fugaz planteamiento de usar ciertos registros o ciertas voces como un instrumento más, pero no llegó a ser necesario.
En cuanto a masculina o femenina, si se diera el caso ya veríamos. Ninguno de los dos sabemos cantar de forma profesional (¡ni tampoco afinar, todo sea dicho!), y la idea de incluir agentes externos en el proyecto ya implica un cierto número de responsabilidades que quizá no estemos dispuestos a asumir.
Con la existencia de sellos discográficos orientados a vuestro estilo, tanto nacionales como internacionales, ¿consideráis la posibilidad de publicar el álbum en formato físico?
Francamente, no hemos tenido tiempo todavía de ponernos a buscar, enviar correos, promocionarnos, etc. Por supuesto, publicar el disco físicamente, sea cassette, vinilo o CD nos gustaría, pero no sabemos si lo haremos a través de un sello o autoeditado. Sé que muchos sellos son reticentes a publicar bandas no consolidadas, inestables o que no hagan conciertos en directo (cosa que no nos planteamos para nada de momento), así que será cuestión de ver si alguien asume el riesgo de editar un disco que puede no tener nada que ver con futuros trabajos, o que puede no tener continuidad. Adicionalmente, no nos movemos precisamente en un círculo especializado, por ende, no tenemos demasiados contactos ni suficiente conocimiento de los pormenores de “la escena” como para mover hilos o establecer relaciones con sellos o productores dedicados a géneros relacionados con nuestro proyecto.
Para acabar, un poco de polémica. ¿Os quedáis con Dead Can Dance o con Arcana?
Son dos bandas distintas que tienen cada una su atmósfera y su momento. Quizá haya escuchado más Dead Can Dance que Arcana, ya que los descubrí a temprana edad, pero disfruto de igual manera con ambas bandas.
Muchas gracias por responder a nuestras preguntas, esperamos que la calidad de Cometh The Night Of Ages se extienda a todo el mundo. ¿Hay algo que queráis decir y se haya quedado en el tintero?
¡Muy agradecidos por esta oportunidad de charlar y dar un poco a conocer nuestro mundo interior! Esperamos que nuestro álbum sirva para todo aquél que quiera evadirse de la realidad durante un rato. A los que les haya gustado, para un próximo trabajo, no esperéis nada, esperadlo todo, o simplemente esperad, Time Shall Tell. Un saludo y un abrazo a todo el staff de Dark Valencia.