Wires & Lights: A Chasm Here And Now (Oblivion, 2019)Wires & Lights: A Chasm Here And Now (Oblivion, 2019)
Wires & Lights debuta por fin con A Chasm Here And Now, un destacable álbum que confirma el entusiasmo generado por su primera demo.
Han pasado 7 años desde que Justin Stephens publicó The Final Act (2012), el álbum que recapitulaba los logros de su anterior banda Passion Play. Tras el concierto de despedida en 2013 durante el Wave Gotik Treffen, tuvimos que esperar un año más para tener una pista sobre sus nuevos planes. Aprovechando la salida del recopilatorio Pagan Love Songs Vol.3 (2014), Wires & Lights se dio a conocer con un primer tema, Swimming, que para ser una demo sonaba condenadamente bien.
Antes incluso de la publicación de esa demo, Wires & Lights se presentó en directo junto a The Fair Sex (Pagan Love Songs – 15th Anniversary Celebration), contando sólo con Justin respecto a los integrantes de Passion Play. Los nuevos músicos (Ralf Hünefeld – guitarra/sinte; Gabriel Brero – bajo; y Sebastian Hilgetag – batería) provienen en parte de Frank The Baptist, con quienes Justin colaboró en As The Camp Burns como cantante para coros y también como productor. Desde entonces, han tenido la ocasión de actuar unas cuantas cuantas veces en su tierra (WGT incluido).
El abismo al día
A Chasm Here And Now ha sido muy bien recibido entre los DJs y distribuidores alemanes (alcanzando el puesto número 1 en los Deutsche Alternative Charts durante tres semanas seguidas), y en realidad no dista tanto de lo que pudimos escuchar en Passion Play. Podría aducirse que éstos últimos tenían un sonido más crepuscular y melancólico en algunos temas, pero la presencia del bajo y el carácter rítmico y pegadizo ya estaba allí. En teoría han pasado del gothic rock/new wave al post punk… En la práctica, ambos grupos tienen un buen puñado de temazos para ponerte las pilas y bailar con euforia quinceañera.
Los dos primeros temas que nos encontramos son una prueba directa de esa energía. Drive empieza con un riff de bajo insistente y pegadizo, acompañado por la batería a un buen ritmo. La voz de Justin y la guitarra aportan más ambiente, y cuando ésta última explota se alcanza el apogeo… ¡ya sabes lo que toca! Un tema adictivo, que no flaquea y con un buen final guitarrero.
El «mojo» sigue intacto en Swimming, que sigue la misma estructura, con un bajo imprescindible que se adueña del tema. Las guitarras vuelven a descargar su potencia en el momento adecuado, Justin aporta todo su carisma con una voz que también marca rítmicamente el camino y que culmina con un alarido en un final espectacular. Respecto a la demo, la voz está menos producida, con menos efectos, y los instrumentos suenan un poco más orgánicos y directos; una buena evolución, aunque al principio cuesta acostumbrarse.
Anyone abre el álbum a territorios más calmados, en un tema con voces etéreas y reverberantes; 24H sigue también la tónica de medios tiempos pero suena más potente; Controller:Resistor, un tema con desarrollo sencillo, sobresale hacia su final con el bajo, las guitarras y la voz de Justin; Dead To Us, el más calmado e introspectivo conforme a su temática de pérdidas, destaca por un desenlace precioso que se desarrolla sin prisas; Electric reanima el ambiente con una batería de reminiscencias tribales, teclados atmosféricos y un bajo que aporta consistencia cual viga; y Going, Going, Gone, en el que los arpegios de guitarra inician el tema, el ritmo primitivo se impone en su ecuador y la voz introduce un final más intenso (marca de la casa), guitarras incluidas.
Entre esta colección de medios tiempos destacan dos canciones: Cuts, por el juego entre la percusión minimalista y la voz apremiante de Justin, en un tema que habría calado en las discotecas valencianas en su época más ochentera y siniestra; y Sleepers, tercer single presentado por la banda e igual de adictivo por sus melodías, gracias sobretodo a las voces tanto en las estrofas como en los estribillos y los coros.
En cuanto a la lírica, da gusto comprobar en el perfil de la banda que las letras tienen una orientación netamente progresista, en un mundo que cada vez se está volviendo más cerril y egoísta, tanto por parte de los opresores (en Cuts) como de los que pierden su consciencia de clase (Sleepers, Anyone). También hay espacio para vivencias personales, incluidos los conflictos mentales (Controller:Resistor), las pérdidas de seres queridos (Dead To Us) o las herramientas para manejar una depresión (Drive).
A Chasm Here And Now merece de sobra un lugar en tu estantería (o disco duro). Según lo visto en las fotos promocionales, la versión en CD (a cargo del sello Oblivion) parece tener un formato digipack bastante cuidado, con libreto incluido. ¡Nuestra copia ya está en camino! Sólo esperamos tener la suerte de verles en directo en el WGT… ¿o es muy descabellado esperar que vengan por estos lares?
Más info:
Wires & Lights finally debuts with A Chasm Here And Now, a remarkable album that confirms the enthusiasm generated by their first demo.
It’s been 7 years since Justin Stephens released The Final Act (2012), the album that recapitulated the achievements of his previous band Passion Play. After the farewell concert in 2013 during the Wave Gotik Treffen, we had to wait another year to get a clue about their new plans. Taking advantage of the release of the compilation Pagan Love Songs Vol.3 (2014), Wires & Lights made themselves known with a first track, Swimming, which sounded damned good for a demo.
Even before the release of that demo, Wires & Lights made a live debut with The Fair Sex (Pagan Love Songs – 15th Anniversary Celebration), counting only with Justin regarding the members of Passion Play. The new musicians (Ralf Hünefeld – guitar/synth; Gabriel Brero – bass; and Sebastian Hilgetag – drums) come partially from Frank The Baptist, with whom Justin collaborated on As The Camp Burns as a singer for choirs and also as a producer.
The abyss up to date
A Chasm Here And Now has been very well received by German DJs and distributors (reaching number 1 on the Deutsche Alternative Charts for three weeks in a row), and is actually not that far from what we heard on Passion Play. It could be argued that the latter had a more twilighty, melancholic sound on some tracks, but the presence of the bass and the catchy, rhythmic character were already there. In theory they have gone from gothic rock/new wave to post punk… In practice, both groups have a good handful of hits to get you up and dancing with teenager euphoria.
The first two tracks we find are a direct proof of that energy. Drive starts with a catchy, insistent bass riff, accompanied by the drums at a quite up-tempo. Justin’s voice and guitar bring more ambience, and when the latter explodes, the apogee is reached… You know what you have to do now! An addictive theme, that does not falter and with a good guitar ending.
Mojo is still intact in Swimming, which follows the same structure, with an indispensable bass that takes over the tune. Justin brings all his charisma with a voice that also marks rhythmically the way and that culminates with a scream in a spectacular end. Comparing to the demo, the voice of the album version is less produced, with less effects, and the instruments sound a little more organic and direct; a good evolution, although at the beginning it is difficult to get used to it.
Anyone opens the album to calmer territories, in a track with ethereal and reverberant voices; 24H also follows the mid-beat tonic but sounds more powerful; Controller:Resistor, a song with simple development, stands out towards its end with bass, guitars and Justin’s voice; Dead To Us, the calmest and most introspective one according to its loss subject, stands out for a beautiful ending that develops without haste; Electric rekindles the mood with a drum set of tribal reminiscences, atmospheric keyboards and a bass that brings consistency like a beam; and Going, Going, Gone, in which the guitar arpeggios initiate the track, the primitive rhythm imposes itself on its equator and the voice introduces a more intense ending (the band’s trademark), guitars included.
Two songs stand out from this mid-beat collection: Cuts, for the game between minimalist percussion and Justin’s compelling voice, in a song that would have left a mark on Valencian nightclubs in their most sinister and eighties era; and Sleepers, the third single presented by the band and equally addictive for its melodies, thanks above all to the voices both in the verses and in the choruses.
Regarding the lyrics, it’s a pleasure to see in the band’s profile that they have a clearly progressive orientation, in a world that is becoming more and more closed and selfish, both on the part of the oppressors (as in Cuts) and those who lose their class consciousness (Sleepers, Anyone). There is also space for personal experiences, including mental conflicts (Controller:Resistor), losses of loved ones (Dead To Us) or tools to manage depression (Drive).A Chasm Here And Now deserves full well a place on your shelf (or hard drive). As seen in the promotional photos, the CD version (by Oblivion label) seems to have a very careful digipack format, including a booklet. Our copy is on its way! We just hope to be lucky enough to see them live at the WGT… Or is it too far-fetched to expect them to come to Spain?